miércoles, 4 de febrero de 2015

Pablo del Barco.
Exposición
Paisagens do intimo (Paisajes de lo íntimo)
Arquivo Histórico Municipal António Rosa Mendes
Vila Real de Sto. António (Portugal)
6 a 27 de febrero.
Horario: 9,30 – 13 h. / 14-16,45 h.



Bajo este título PABLO DEL BARCO expone en el Arquivo Municipal de Vila Real de Sto. António 16 obras, 11 grabados y 5 serigrafías, expresión de los estados de ánimo o paisajes del alma.

Sobre la obra del autor y para esta exposición ha escritor Javier Fito:


PABLO DEL BARCO, EL NAVEGANTE DEL ARTE

Pablo del Barco recorre con sus pinceles todo tipo de mares. Este navegante de las artes plásticas que surca el mar entre Sevilla y Burgos, entre el sur y el norte ibéricos, ha tomado rumbo en esta ocasión por las aguas del río Guadiana. En su desembocadura, hacia Isla Cristina y Villa Real de Santo Antonio, entre las lenguas de España y Portugal.
Como si de Enrique el Navegante se tratara, viaja por nuevos mundos cargado con su pintura y su poesía (su único equipaje), en esta ocasión con sus grabados y serigrafías, a la búsqueda de si mismo y otros nuevos paisajes.
Aventurero del saber, interpretando las señales que los nuevos territorios físicos y mentales le ofrecen, es capaz de adivinar una línea sobre un gesto, de trazar un esbozo sobre un pensamiento, de convertir la servilleta dibujada de un bar en una obra de arte esencial.
Surcando los mares de las emociones retrata a un personaje donde encontró una mancha, crea una sonrisa al emborronar unas gotas de tinta o grabando sobre metal una serie de trazos que terminan dibujando una escena cotidiana.
Al trazar el grabado, al componer la serigrafía, siempre tiene espacio en su obra para el compromiso social y político. Su pensamiento, además de creativo, está comprometido con la realidad que le rodea o la que se dispone a descubrir.
Como buen sabio experimentado aprovecha cualquier acto o detalle, aparentemente sencillo, para lanzar sutilmente un discurso en el que construir otro mundo posible.
Amante de la libertad, la razón, la igualdad y la justicia, sus grabados y pinturas se manifiestan como reflexiones irónicas y filosóficas (así es toda su obra de poesía visual)  en las que sus cuadros manifiestan una salud política admirable.
Visitar y disfrutar esta exposición de grabados y serigrafías de mi amigo Pablo, desde su compromiso por describir la Vida, es un puro acto artístico de amor a la humanidad


Javier Fito



viernes, 7 de noviembre de 2014

EL CARRO DE LA LEJÍA, 7 de noviembre 2014

Estaba cantada la desimputación parcial de la infanta; ya lo dijo su padre: “La justicia es igual para todos” (¡ja!). Pero, en definitiva, es coherente con el estado del país, con las consecuencias de la imposición de aquella nefasta transición que nos vendieron envuelta en glasé y celofán de colores. Una mayoría de las instituciones nacidas entonces están asaeteadas por la corrupción, la mangancia, el desparpajo y el despropósito más descarado, en contra del español medio, atado de pies y manos ante esta adversidad e impunidad política que punemente padece.
No entiendo mucho de derecho, apenas estudié un curso de derecho penal, lo que me sume en una ignorancia que me parece supina cuando veo y medito sobre los sucesos actuales. Veamos: hay cuatro mosqueteros de lo malo que constituyen, según se ha demostrado, una empresa para obtener y blanquear dinero ilegítimo y defraudar al fisco, hechos que se suceden el uno al otro como consecuencia natural. Y resulta que, por arte de birlibirloque, de los cuatro quedan solo tres mosqueteros absolutamente imputados en estos delitos. Uno –una– se libra, por guapura social y, supongo, color de la sangre: “La justicia es igual para todos”; ella es descendiente de aquel monarca que huyó de España en 1931 y que, por obra y gracias de un dictador, obtuvo para sus descendientes el beneficio de sentarse de nuevo en el trono del Estado español, sin ningún mérito, salvo, en mi opinión, el de aprovechar la minusvalidez de un pueblo rendido, acobardado por las consecuencias de una guerra fraterna, que no ha terminado de ponerse en limpio por deseo interesado de los ilegítimos vencedores.
Todo ello en un clima de delitos permanentes, robos sin medida, usuras, trampas, expolios, despilfarros de los que la clase poderosa, descendiente en buena medida de aquellos “vencedores”, es protagonista beneficiada. Y que clama –con la boca chica– por la limpieza y la transparencia en el país cuando no sabe limpiar su casa, llena de cajones secretos y paredes dobles en los que se apiñan las varitas mágicas que aumentan sin cesar sus fortunas, y esconden sus papeles sucios, con desprecio de un pueblo que sufre privaciones y miserias, oculto a su vista por paredes de plomo que les impiden, voluntariosamente, ver la realidad. Su gran mérito es la mentira, en la que se muestran doctores en la universidad de la picardía, ilustres descendientes del Lazarillo de Tormes, Rinconete y Cortadillo, Guzmán de Alfarache, el Buscón y otros pícaros tan españoles que en ninguna otra literatura universal se han producido; en ningún otro país abundan tantos y tan sin justicia a los que no se les desapropia de lo robado; de su vergüenza no porque nunca la tuvieron.
La dirigente regional de un partido ignora el robo al tanto por ciento insistente de su segundo de a bordo; dice desconocer a los acólitos, alcaldes provinciales, que ella misma nombró y con los que aparece en los besuqueos y palmeos propios de la más resaltante –la única visible– actividad política. El presidente de una comunidad, que se alza en paladín de la transparencia, ha hecho, según las crónicas recientes, treinta y dos viajes –en clase especial para no contaminarse, imagino–, de ida y vuelta, con el noble “objetivo político” de  ver a su –supuesta– amante, pagados con dinero público. En su primera aparición pública sus congéneres políticos le han aplaudido a rabiar, queriendo con el ruido enmudecer la desvergüenza. ¡Ah, si al menos fuera éste monaguillo del amor verdadero…! A un obispo se le denuncia por el ornato principesco que está introduciendo en su palacio. Del dispendio y cuentas pocos claras del ejército español un militar está explicando en tertulias televisivas y en un libro original y valiente muchas suciedades ocultas tras la cortina con orillo dorado del patriotismo y las voces de mando sin discusión.
¿Queda alguna institución tocada por la rareza de la transparencia, a pesar de lo que claman los políticos españoles, tan pretendidamente hábiles como esas criadas que mantienen la casa limpia a base de ocultar la porquería debajo de las alfombras más mullidas de sus palacetes sostenidos por el pueblo?
El jefe de la casa de gobierno sin darse por enterado; habrá que regalarle un sonotone y unas gafas, sin pantalla de prisma, contra la miopía y el estrabismo, para que nos dé la sensación de que sabe que existimos el resto de los españoles. Y el jefe del Estado en la inopia, para que no le salpique demasiado, porque la caca cuanto más se remueve huele más.


                                                                      PABLO DEL BARCO

sábado, 25 de octubre de 2014

el miércoles, 29, a las 20 h. se inaugura mi exposición "mirala poesía / mira la poesía",en Dos Hermanas (Sevilla) sala La Almona, c. La Mina, s/n. Poesía visual para disfrutar (y pensar). Te espero. No te olvides / no me olvides.