domingo, 30 de septiembre de 2012
jueves, 27 de septiembre de 2012
EL CARRO DE LA LEJÍA. 27 de
septiembre 2012
Al Sr. Rajoy, presidente del
Gobierno (¿) se le ve mas el plumero que la pluma. Ha dicho la gran frase, que refleja
su gran pensamiento, de “reconocimiento a la mayoría de españoles que no se
manifiestan”. Es, en definitiva, lo que él quiere: un país de mansos para llevarlos
al matadero de los recortes, la humillación del paro, la sanidad encogida y la
cultura maltratada. Todo para justificar la acción de la policía el día 25,
sobre la que cada hora que pasa recaen más sospechas y más sospechosos. Y esta
falta de respeto a los españoles la perpetra en Estado Unidos de América, que
también tiene mucho que ocultar pero lo oculta por vergüenza. Y en España la
aplauden los representantes de la paz pública, ¡qué valor después de las imágenes
que se han visto! El gobierno,
acorralado por sus mentiras, ataca a la desesperada. Es cierto que el asalto al Congreso –que sólo lo fue en la imaginación
de los miembros del Gobierno (¿)- no es la fórmula para que el país camine en
paz, pero el pueblo no ha hecho más que reaccionar ante la frustración, ante
unas promesas electorales totalmente engañosas y fraudulentas. La prueba de la
razón y las razones del pueblo es que las manifestaciones no van a terminar aquí;
la congelación del sueldo de los funcionarios, entre otras medidas, nos va a
poner a todos en ascuas; lo veremos pronto.
miércoles, 26 de septiembre de 2012
EL CARRO DE LA LEJÍA. 26 de
septiembre 2012
Fue primero el terrorismo
económico, luego el terrorismo ideológico, ahora llega el terrorismo social de
palo y tente tieso; es la consecuencia natural. Se le empieza por faltar el
respeto al individuo en su economía y pierde éste la alegría de vivir; se le
atrofia con la imposibilidad de expandirse a través del espíritu y el
conocimiento y se le termina amedrentando con el daño en su propia piel. Un
ejemplo del día: los bancos, beneficiados por el Estado, que reciben dinero con
un interés del 0,7 por ciento, hacen préstamos a estudiantes para pagar sus
matrículas hasta de un 22 por cuento. Este Gobierno parece querer españoles
acérrimos, embrutecidos, para poderles manipular mejor
En la manifestación de ayer
25 en Madrid intentando rodear el Congreso se han visto imágenes espeluznantes
de violencia, especialmente por parte de la policía. El ministro del ramo, el
que debería mantener la paz pública, ha dicho que la actuación policial ha sido
“excelente”: cabezas sangrando, médula espinal quebrada, cabezas abolladas…; es
un resultado excelente… para este Gobierno (¿) que cada día parece más perdido,
que resuelve menos y se ampara más en su poder con la única democracia de la
diferencia de votos. Quien no tiene razón ni razones ha de servirse de la
fuerza; pero la fuerza se puede volver contra quienes la originan. Quitarle al pueblo
sus derechos es una vergonzante provocación; lo de la policía pegando porrazos
es una mera excusa; no se dejen engañar.
lunes, 24 de septiembre de 2012
EL CARRO DE LA LEJÍA.
24 de septiembre 2012.
Comienza la semana
con otro terrorismo de Estado: el ideológico, que se superpone al económico,
invadiendo agresivamente el campo educativo. He sido educador desde los años 70
y, creedme, la nuevas disposiciones del sonriente ministro Wert me producen
sonrojo; ni entonces la actividad educativo, con todas sus carencias, tenía
tanto polvo y polilla como ahora quieren inyectarle. Ahora se amparan en la
crisis económica –ese exitoso invento de unas mentes maquiavélicas que quieren
el poder universal imponiéndonos el miedo paralizante-. Esa es la excusa, porque ni el mayor
florecimiento económico daría un tan mínimo de cordura y modernidad a lo que para ese curso académico nos
obligan. No conozco a ningún miembro –inteligente- de la comunidad educativo
que esté contento, que no esté irritado; es la peor disposición para educar,
por supuesto.
Mientras, la
oposición está prácticamente muda, o catatónica, ante esta nueva morfina del
espíritu, lamiéndose las heridas internas con lenguas mutiladas. Oigo a
Rubalcaba hablar de un estado federal: un deseo. A buenas horas, mangas verdes;
el Estado federal tuvo que hacerse cuando se creó el Estado de las autonomías,
un quiero y no puedo de lo que debió ser el reparto político-económico de España.
De haberlo hecho se hubieran evitado muchos ratos amargos en el País Vasco y no
estaríamos ahora viviendo las aspiraciones quejosas y mohosas de Cataluña. Por
cierto, ¿no les parece Artur Mas un cowboy con gafas del antiguo Oeste? ¿Todavía
no se ha enterado esta sociedad que los nacionalismos son un invento burgués
contra el pueblo llano? ¿O lo saben demasiado bien?
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