EL CARRO DE LA LEJÍA. 22 de noviembre 2012
Este país es una basura; los
dirigentes de este país martirizado nos están haciendo de España una basura,
contagiándonos de sus malas artes. Veamos: Artur Más (que cada día parece
Menos), el pretendido nuevo Tirant lo Blanch de nuestro paisaje, va de moderno
apelando al nacionalismo, que es un producto conservador neto de siglos pasados. A la difusión
de un documento que pone en entredicho su economía con supuestas cuentas en
Suiza, él reacciona con un victimismo de cartón piedra; el PP está dejando de
echar leña al fuego para no favorecer la lástima y provocar ganancia de voto
del presunto líder eurocatalán. Cuando a la Cospedal le preguntan por este
asunto se pone nerviosa, recordando quizás esa lista que corre por ahí de
políticos con cuentas en Suiza en la que ella figura. Si no tiene el dinerito
allí lo tendrá que llevar pronto, porque ¿qué van a hacer, ella y su marido,
con todo el dinero que ganarán, eso se dice, con la privatización de la
medicina en Madrid?
El Sr. Ministro de Justicia
(considerado el peor del ramo incluso por miembros del PP) eleva las tasas de
la Justicia de manera desproporcionada e injusta, quizás para evitar que se
inicien diversidades de procesos contra el Gobierno. El ministro Wert (wertiginoso
ministro destruyendo el sistema educativo que tanto nos costó mejorar) dice que
“la educación es el motor de los pueblos”, en un alarde de cinismo insuperable.
La lista de políticos implicados
en casos de corrupción que siguen ejerciendo la política (¿) continúa
aumentando. El PP aprueba que los directivos de bancos y cajas de ahorros, tan
leales a sus siglas, no tengan que declarar, evitando así el sonrojo público; y
aún parece que les van a dar algún premio por sus quehaceres, porque aquí nadie
devuelve el dinero que se evaporó “misteriosamente”. Al yerno del Rey le
amenazan con una fianza de 4 millones por sus andanzas “filantrópicas”, una
nada al lado del suma y sigue de la fortuna del suegro, que me imagino hace
caja en sus cacerías y en sus visitas para favorecer la economía del país, y
sigue manteniendo el paripé de su vida matrimonial con una reina a la que los
mentideros de la corte la hacen viviendo la mayor parte del año fuera de
nuestras fronteras.
Casi todo se mantiene al compás de la mentira, la
hipocresía y la estafa social. Al Presidente (¿) se le va poniendo cada día más
cara de chúpame dómine mientras jura que el descontento del país no le afecta
nada y que va a seguir imponiendo su política de reich incontestable. Su
Gobierno (¿) continúa con desacuerdos internos, afirmando la mejora de la
economía mientras el “capo” del Banco de España le desmiente. Y la oposición
calladita, como si estuviera recibiendo bajo cuerda algún subsidio para
sobrevivir. ¿Es o no es una basura este país, con un pueblo honesto, cada día
más atropellado, impotente, y sin posibilidades de defenderse frente al invasor
bárbaro?