EL CARRO DE LA LEJÍA, 6
dic.2012
“Cinismo: Desvergüenza
en el mentir o en la defensa y práctica de acciones o doctrinas vituperables”.
Así lo define la Real Academia de la Lengua, si es que el Gobierno (¿) de
Rajoy, tan acostumbrado al birlibirloque del lenguaje, no ha cambiado su
significado. Cuando alguien agota todos los campos y formas de la mentira
accede, inexorablemente, al cinismo. De esto estamos aprendiendo mucho con
nuestros dirigentes. Vean algunos ejemplos:
. La señora Báñez, según todos
los que la conocen desde la infancia en su pueblo de Huelva como redomada
pijita, sin conocimiento y práctica laboral demostrada, ha dicho que los
pensionistas aceptan, comprenden, reconocen que no se hayan subido las
pensiones, a pesar de las continuas afirmaciones en contra de todo el Gobierno
(¿) ¿Me hace usted una lista de conformados? También dijo no hace mucho que la
economía española iba mejorando; el índice de parados, sumado al de jóvenes en
huída, le da la razón, por supuesto.
. La señora Botella ha pedido
perdón por no conocer el comportamiento de la empresa que organizó-desorganizó
el concierto del Madrid Arena. Pero si es público y notorio que esta empresa
tenía cantidad de denuncias y cantidad de impagos con el Ayuntamiento, además
de relaciones chanchulleras entre los organizadores de la fiesta y los
desorganizadores del Ayuntamiento... Qué bajo hay que caer para escudarse en
los otros antes que hacer un acto de ética con uno mismo.
. El wertiginoso cangrejo de la educación
y la cultura obliga a estudiar religión (¿habrá olvidado que somos un país
laico, o la imagen de Rouco Varela es demoníaca y atemorizadora?); y una
asignatura que se llama “valores culturales y éticos”, por llamarla de alguna
manera. Pero ¿van a ser estos muchachos aseados del PP quienes la programen,
dadas sus biografía de incultos desfavoreceros de la cultura y tan poco éticos
que no dicen una verdad ni por equivocación? Tal vez reconocen con humildad que
deben ser ellos los primeros en aprender estas materias; para dar ejemplo las
querrán implantar.
. Estos días no paro de ver
fotos de Díaz Ferrán (valiente él, que ha echado la culpa de sus desmanes al
socio muerto) con Rajoy, el excapo de Bankia (temible bankero), uno de los De Guindos y otros del partido en sonrisas,
amor, compañía y mano aplaudidora en la espalda; con seguridad querrán
quemarlas y querrán quemar al exjefe de la Confederación de empresarios ahora
que es árbol caído. La Confederación, por supuesto, muda y escondida. Pero no
mucho tiempo; el mismo que Díaz Ferrán tarde en salir de la cárcel. ¿Dónde
encontrarán el chivo expiatorio?¿Será Zapatero el culpable? Vean la película El Capital; parece que el director del
filme conoce bien a toda esta chusmilla de las altas finanzas y la ha retratado
con violencia y agresividad, tal como es, de manera que casi ni ellos mismos
escapan de la masacre. Una óptima lección de cinismo de la que nuestros
(des)gobernantes poco tienen que aprender.
Me pregunto, ¿serán perdonados
quienes viven en el engaño permanente, la mentira sin rubor y el cinismo más
repugnante? ¿O será esa la razón por la que quieren asegurarse el cielo al
amparo de la Iglesia, de la católica, apostólica y romana?
PABLO DEL
BARCO
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